Estuve desde el sábado enfermo en la
cama y hasta ayer no tuve oportunidad de ver y escuchar, entre
estupefacto, divertido y avergonzado, las perlas que dejó la
alcaldesa de Madrid en Buenos Aires...especialmente su intervención sobreactuada y excesivamente gesticulada (no se si es que estaba nerviosa o creía que estaba tratando de convencer de algo a una clase de preescolar), por no hablar de su inglés lamentable...y yo me pregunto...tantos asesores...¿para qué?...y lo peor de todo es que aún hay gente extrañada porque no nos dieron los juegos, como diría el gran Forges...¡qué país!.
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