lunes, 6 de mayo de 2013

Gallardón y el efecto cangrejo o la vuelta de la sotana al paritorio.

Antes de ir con el tema del aborto me gustaría apuntar algo, y es que me llama poderosamente la atención el hecho de que para intentar justificar o explicar el colapso económico en el sur de Europa nos veamos bombardeados por multitud de estudios y análisis en los que se dedican a intentar explicar las causas, motivos, semejanzas y parecidos, que nos han llevado a estos países a sufrir con mayor intensidad la crisis, ya sea ,según estos supuestos estudiosos, por su tendencia a trabajar poco, por su querencia por la corrupción y la opacidad o vete a saber por cuantas cosas más, algunas ciertas sin duda, otras nada más que prejuicios e intentos por justificar el recorte de derechos hasta ahora fundamentales...pero como decía antes, me llama la atención el hecho de que, entre tanta coincidencia y dato contrastado, nadie haya resaltado que tanto en Grecia, como Portugal, Italia o España tenemos un denominador común, una fuerte presencia e injerencia de la iglesia en la vida pública y en todos los ámbitos sociales, políticos o jurídicos, obviamente, no soy ningún experto y sólo es un apunte, pero en mi humilde opinión no podremos avanzar como sociedad y país hasta que tengamos un estado laico realmente como ocurre con nuestros compañeros del norte. Y es que ya lo dijo alguien importante hace siglos, a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.

Y centrándonos en el tema del aborto, es lamentable constatar que al ministro Gallardón le preocupa mucho más el derecho de los concebidos o no nacidos antes que el de cualquier nacido y sufrido ciudadano frente a los abusos de los bancos o las multinacionales. Y más llamativo ha sido constatar lo que les cuesta ceder a las peticiones de la ciudadanía cuando reclama por auténtica justicia y la premura y presteza con la que responde ipso facto a las exigencias de Rouco y sus chicos de la conferencia episcopal...y estamos en el S.XXI aunque no lo parezca.