Antes de ir con el tema del aborto me
gustaría apuntar algo, y es que me llama poderosamente la atención
el hecho de que para intentar justificar o explicar el colapso
económico en el sur de Europa nos veamos bombardeados por multitud
de estudios y análisis en los que se dedican a intentar explicar
las causas, motivos, semejanzas y parecidos, que nos han llevado a
estos países a sufrir con mayor intensidad la crisis, ya sea ,según
estos supuestos estudiosos, por su tendencia a trabajar poco, por su
querencia por la corrupción y la opacidad o vete a saber por cuantas
cosas más, algunas ciertas sin duda, otras nada más que prejuicios
e intentos por justificar el recorte de derechos hasta ahora
fundamentales...pero como decía antes, me llama la atención el
hecho de que, entre tanta coincidencia y dato contrastado, nadie haya
resaltado que tanto en Grecia, como Portugal, Italia o España
tenemos un denominador común, una fuerte presencia e injerencia de
la iglesia en la vida pública y en todos los ámbitos sociales,
políticos o jurídicos, obviamente, no soy ningún experto y sólo
es un apunte, pero en mi humilde opinión no podremos avanzar como
sociedad y país hasta que tengamos un estado laico realmente como
ocurre con nuestros compañeros del norte. Y es que ya lo dijo
alguien importante hace siglos, a Dios lo que es de Dios y al Cesar
lo que es del Cesar.
Y centrándonos en el tema del aborto,
es lamentable constatar que al ministro Gallardón le preocupa mucho
más el derecho de los concebidos o no nacidos antes que el de
cualquier nacido y sufrido ciudadano frente a los abusos de los
bancos o las multinacionales. Y más llamativo ha sido constatar lo
que les cuesta ceder a las peticiones de la ciudadanía cuando
reclama por auténtica justicia y la premura y presteza con la que
responde ipso facto a las exigencias de Rouco y sus chicos de la
conferencia episcopal...y estamos en el S.XXI aunque no lo parezca.
No me gusta que se legisle en este tema tan sensible e importanter en función de réditos electorales, sean éstos tanto dar gusto al electorado católico, como ponerse la medalla de progresistas.
ResponderEliminarEs cierto que en el norte de Europa tienen legislaciones más o menos amplias, pero también lo es que la sensibilidad hacia la figura del no-nacido es mucho más alta que en nuestro país, donde actualmente parece relegada al estado de 'cosa'.
Por descontado que en esos países la sensibilidad hacia las necesidades de las familias es mucho, mucho más alta, como se desprende del porcentaje de gasto público destinado a ellas.
Saludos!
Hola Elisa,en el norte de Europa van mucho más adelantados que nosotros, la religión y la política deben de estar separadas por el bien de todos. Respecto al aborto, es un tema delicado, pero desde mi punto de vista siempre personal y propio, creo que ha de ser la madre la que decida.
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