No hay nada más peligroso que un loco
que hereda un gran poder sin ser consciente de lo que tiene entre las
manos. Lo explica impecablemente Meryl Streep en su alegato final en
la excelente película de Robert Redford "Leones por Corderos"
(100% recomendable).
Y eso es lo que ocurre ni más ni menos
con Kim Jong-un, el dictador norcoreano. En las noticias estos días
vemos que no le dan un tratamiento principal, posiblemente porque
crean que no son más que fanfarronadas y que realmente Corea del
Norte no tiene potencial para desencadenar un conflicto nuclear... en
todo caso, y teniendo en cuenta que en los EEUU hay un montón de
locos deseando apretar el botoncito desde hace muchos años, la cosa
da bastante miedo...
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