Señor Rajoy, voy a ser bastante
concreto, una verdad o una falsedad se sustentan o dejan de
sustentarse con hechos demostrados o no, que es lo que acaba decidiendo
entre una y otra.
Usted dice que no sabe nada de los
papeles publicados sobre la supuesta contabilidad en B de Bárcenas y que todos son falsedades, y pretende que todo el
mundo así lo crea, pero que el señor Bárcenas tenía al menos 22
millones en dinero negro en Suiza es un hecho YA
demostrado y que al señor Bárcenas lo ascendió usted de gerente
a tesorero del partido es también otro hecho ya demostrado. Sólo
eso ya debería bastar para que usted presentara su dimisión
si tuviera un poco de honorabilidad, honestidad y decencia,
cualidades que no parecen ser muy propias de los políticos en este
país. Que Bárcenas actuó de forma ilicita es un hecho, y gracias a la amnistía fiscal de su gobierno hubiera podido regularizar gran parte de ese dinero negro que habría pasado a engrosar sus arcas si hacienda no hubiera paralizado la tramitación de su expediente a tiempo.
Que Bárcenas y la trama que montó estuvieron actuando impunemente, repartiendo sobres y nadie en la ejecutiva de su partido se percató no es un hecho demostrado todavía, desde luego, pero cuesta bastante de creer ¿no le parece?.
Pero usted sigue negando la mayor y
huyendo hacia delante intentando escapar del tsunami de porquería
que se le viene encima, y piensa que porque diga que todo es falso y
una falacia vamos a creerle sólo porque usted es Mariano Rajoy, como
ya pensó que iba a sucederle con los mercados y la prima de
riesgo... Pero resulta que su palabra tiene menos valor que las
"suprime" señor Rajoy, porque como le dije antes, la
palabra de uno ha de sustentarse en hechos, y desde que sus hilitos
de plastilina del prestige resultaron ser toneladas y toneladas de
vertido los hechos no han dejado de quitarle valor a su palabra. Ha
demostrado que no tiene problema en incumplir todo lo que dice, así
que, permítanos al menos, que nos importe un bledo que usted
nos aseguré que todo es falso, la historia más y menos reciente
nos obliga a dudar de lo que usted nos diga. Lo único cierto es que mientras usted siga siendo presidente, ese tsunamí de porquería y corrupción que parece acecharle en todo momento también proyecta su sombra sobre el país y nuestra maltrecha economía...¿se acuerda de lo que decía y pedía cuando estaba en la oposición?...pues ya sabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario